"Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Santiago 3:16
(Celos) Sentimiento que experimenta una persona cuando sospecha que la persona amada siente amor o cariño por otra, o cuando siente que otra persona prefiere a una tercera en lugar de a ella.
EL CELO DE DIOS
1. Éxodo 20:5: No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, CELOSo, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
2. Éxodo 34:14: Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es CELOSo, Dios CELOSo es.
Es importante comprender aquí, en qué sentido es utilizada la palabra “celoso.” La manera en que es usada enÉxodo 20:5para describir a Dios, es muy diferente al uso que se le da para describir el pecado de los celos (Gálatas 5:20). Cuando usamos la palabra “celoso,” la utilizamos en el sentido de estar envidiosos de alguien que tiene algo que nosotros no tenemos. Una persona puede estar celosa o envidiosa de otra persona, porque él o ella tiene un bonito carro o casa (posesiones). O una persona puede estar celosa o envidiosa de otra persona, porque aquella posee alguna habilidad o destreza que ésta no tiene (como habilidades atléticas). Otro ejemplo sería el que una persona pueda estar celosa o envidiosa de otra por su belleza.
Cuando vemos este texto, encontramos que no es que Dios esté celoso o envidioso porque alguien tiene algo que Él quiere y no posee.Éxodo 20:4-5dice, “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso...”. Notemos que en este texto, Dios está hablando acerca de ser celoso si alguien da a otro algo que sólo le pertenece a Él.
En estos versos, Dios está hablando de la gente que hace ídolos y se inclina ante ellos y los adora, en lugar de dar a Dios la gloria y alabanza que sólo le pertenece a Él. Dios es posesivo con la adoración y el servicio que le pertenece. Es un pecado (como Dios lo señala en este mandamiento) adorar o servir a alguien más que no sea a Él. Así que, en resumen, es un pecado cuando deseamos, o estamos envidiosos, o celosos de alguien porque tiene algo que nosotros no poseemos. Es un uso diferente de la palabra celoso, cuando Dios dice que Él lo es. De lo que está celoso es de lo que le pertenece; la adoración y el servicio le pertenece a Él, y que son para brindarlos sólo a Él.
Tal vez un ejemplo práctico nos ayude a comprender más la diferencia. Si un esposo ve a otro hombre coqueteando con su esposa, él tiene razón en ponerse celoso, porque solo él tiene el derecho de cortejar a su esposa. Este tipo de celos no es pecado. Es más, es enteramente apropiado. Estar celoso de algo que te pertenece es bueno y apropiado. Los celos son un pecado cuando es un deseo de algo que no te pertenece. La adoración, la alabanza, el honor y la adoración pertenecen sólo a Dios, porque sólo Él es digno de ello. Por lo tanto, Dios es justamente celoso cuando esa adoración, alabanza, honor o adoración es brindada a los ídolos. Esta es precisamente la clase de celos a los que se refiere el apóstol Pablo en 2 a Corintios 11:2, “Porque os celo con celo de Dios,.....”
CELOS MINISTERIALES.
Número 11:29: Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú CELOS por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos.
28. Hechos 5:17: Entonces levantándose el sumo sacerdote y todos los que estaban con él, esto es, la secta de los saduceos, se llenaron de CELOS;
Hechos 13:45: Pero viendo los judíos la muchedumbre, se llenaron de CELOS, y rebatían lo que Pablo decía, contradiciendo y blasfemando.
Romanos 10:19: También digo: ¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice:
Yo os provocaré a CELOS con un pueblo que no es pueblo;
Con pueblo insensato os provocaré a ira.
¿Alguna vez has oído a alguien que critica duramente a otro que está siendo usado por Dios?, si señores los hay y las Iglesias no son las acepciones. Lo normal fuera que cada uno de nosotros estuviéramos alegres gozosos porque cierto hermanito está siendo usado por Dios, pero lastimosamente no siempre es así. Los celos ministeriales son un pecado que no te permitirá avanzar mucho, puesto que el simple hecho de estar pendiente de fulano no te permitirá estar pendiente de lo que tú haces.
Pero, ¿Por qué hay celos ministeriales entre el pueblo de Dios?
1. Porque tu objetivo no es exaltar el nombre de Dios: Definitivamente tienes que entender de que si tú tienes celos ministeriales hacia alguien es porque estas buscando gloria para ti y no para Dios. Si tu objetivo es darte a conocer humanamente las características buenas que tienes y no tanto el hecho de que Dios bendiga vidas a través de ti, entonces es obvio que hayan celos de parte tuya. Pero si realmente quiere agradar a Dios debes entender que TODO lo que haces es para glorificar a Dios y no para exaltar al hombre. Si tu estas cayendo en este error es momento que te des cuenta que Dios ha depositado en tu vida ciertos talentos, pero para que glorifiques su nombre no para competir con otro humano.
2. Porque sabes que posiblemente el otro es mejor que tu: Posiblemente tú te quieras comparar con alguien y a lo mejor al compararte te das cuenta que es mejor que tu y es ahí en donde comienza tu celo, al ver que él o ella puede hacer las cosas mejor que tu. Si es tu caso tienes que entender que no es del que quiere ni del que corre, sino del que Dios tiene misericordia. Si Dios ha querido dotar a alguien con hermosos talentos, recuerda que todo es para su Honra y para su Gloria, sería una bendición que en cada congregación hubieran personas llenas del Espíritu Santo que sean tremendamente utilizados por Dios, esa no es razón para tener celos, al contrario es una razón más para glorificar el Nombre de Dios por lo que él ha hecho en las vidas de los miembros de la congregación.
3. Por pura competencia: Muchos creen que la obra de Dios es competencia y al ver que no reciben los mismos resultados que otros, tienen a sentir celos ministeriales sobre la otra persona. La voluntad de Dios es que todos unánimes trabajemos bajo una misma causa y esta es Predicar el Evangelio a todas las naciones. Si tú olvidas ese propósito permitirás que los celos hagan presa de ti.
Tanto las enemistades como los celos Ministeriales no son obra del Espíritu Santo, sino más bien de la carne, no permitas que estas lleguen a tu vida porque sin darte cuenta comenzaras a menguar en el ámbito espiritual y comenzaras a alejarte de la voluntad de Dios.
Recuerda que Dios nos manda que nos amemos unos a otros como a nosotros mismo.
Porque el que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
CELOS HUMANOS.
18. Proverbios 6:34: Porque los CELOS son el furor del hombre,
Y no perdonará en el día de la venganza.
21. Cantares 8:6: Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo;
Porque fuerte es como la muerte el amor;
Duros como el Seol los CELOS;
Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.
36. 1 Corintios 3:3: porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros CELOS, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?
41. Santiago 3:14: Pero si tenéis CELOS amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;
Gálatas 5:19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
20 idolatrías, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios
"Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Santiago 3:16
Los celos son algo propio de la naturaleza humana, es normal hasta cierto punto sentir celos en determinadas situaciones, a todos nos paso alguna vez. Los celos normales se manifiestan por ejemplo cuando en el matrimonio se da una situación real, obvia y clara que nos provoca celos. Pero los celos no son normales cuando se vuelven recurrentes, obsesivos o controladores.
Los celos cuando están oprimiendo a una persona son capaces de impulsar la imaginación con una cantidad de cosas irreales en la mente, el celo enfermizo es una emoción que tiene la particularidad de inducir a la imaginación y la fantasía.
La persona celosa cuida detenidamente todos los detalles de lo que hace o dice la parte celada. Los celos enfermizos pueden aparecer en todas las relaciones sociales y familiares; en la pareja, entre hijos y padres, entre hermanos, amigos, compañeros, etc. Quién padece este tipo de celo maligno esta cautivo en su mente y corazón, sus pensamiento están atados por la fortaleza que se ha formado, los pensamientos adquieren una costumbre tan arraigada que se vuelven a repetir una y otra vez de la misma forma. El celoso piensa que es razonable lo que le esta sucediendo. Los celos llegan a ser un atadura en las emociones y pensamientos.
"Pues aún son inmaduros. Mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no serán inmaduros? ¿Acaso no se están comportando según criterios meramente humanos? 1 Corintios 3:3 NVI
Síntomas de los celos enfermizos.
Imaginación abierta a situaciones o suposiciones irreales que cree que la otra persona no lo quiere o lo quiere abandonar por alguien mejor que él.
Controlar toda actividad del celado.
Sospechar en toda palabra o cosa que haga la persona celada.
Cuestionar todo como si el otro tuviera una mala intención.
Pensar que la otra persona siempre esta escondiendo algo. Una desconfianza constante.
Hurga en el pasado de su pareja, hace preguntas de sus vivencias pasadas, incluso con mucho detalle quiere saber todo lo que hizo, pensó y sintió en alguna situación en particular.
El celoso se pone muy agresivo verbal e incluso en algunos casos físicamente, muchísimos casos de violencia y crímenes pasionales se deben a los celos.
Padres que quieren dominar hasta el más mínimo detalle de la vida de sus hijos, decidiendo en lugar de ellos y anulando su propia personalidad.
El celoso cree que tienen el derecho de manejar a las personas, se hacen como dueños de los demás cortándoles todos sus propios deseos y libertad.
El celoso desgasta las relaciones provocando todo lo contrario de lo que busca, siente amenazas todo el tiempo, las personas de su entorno se convierte en rivales por lo que controla detalladamente, vigila, revisa bolsillos, celulares, carteras, casillas de mail, etc. Culpa y condena al otro prohibiéndole una determinada cantidad de cosas, "no salgas con tal persona, no te vistas así, no estés solo, siempre tienes que estar conmigo, yo te protejo, etc" Es absorbente. El celoso tiene que ser libre en sus emociones y espíritu. Los celos son terrenales y diabólicos, por eso deben ser desarraigados completamente.
¿Por qué se originan los celos en la pareja?
1. Por sentirse menos
Lo que en verdad está manifestando una persona celosa es que se siente muy poco y muy chiquita ante los demás, porque cree que cualquiera vale más que él, siente miedo que su pareja encuentre en algún momento alguien más atractivo, más inteligente, más carismático, más talentoso, más comprensivo, etc. Los celos son miedo a perder al otro o a perder su cariño, es inseguridad en la autoestima y es dudar del amor de Dios y del amor que nos tienen los demás.
2. Por adulterio
Puede que una persona sea celosa porque su pareja la engañó, en este caso hay que reconstruir la confianza día a día, perdonar y plantearse que si quieren estar juntos es porque se aman y están de acuerdo en compartir un proyecto de vida. Reconstruir la confianza y perdonar es la clave para la restauración de la pareja. El adulterio es uno de los motivos de divorcios más comunes; y las parejas que deciden seguir lucharán algún tiempo con los celos y la desconfianza hasta que se sanen las heridas; y quién engaño deberá tener un genuino arrepentimiento y demostrarlo con hechos duraderos.
Si te engañaron, pero notas un verdadero arrepentimiento y ves que la otra persona ha cambiado de actitud, puedes volver a confiar y dejar de lado los celos (que han tenido un origen obvio), pero estos no se deben transformar en enfermizos y crónicos. Si fuiste el que engañó, con pedir perdón no basta y el adulterio ha puesto en total riesgo tu matrimonio, si tu pareja quiere volverlo a internar tendrás que revisar todo lo que no está funcionando y descubrir que cosas te impulsaron a tomar tan mala decisión y revertirlas.
Por juzgar en el otro mi propio pecado
Jesús dijo: "de la abundancia del corazón habla la boca" y "no mires la astilla del ojo ajeno sin antes quitar la viga de tu propio ojo". Juzgamos según nuestro propio corazón, en muchos casos los celos en la pareja se deben a que el celoso es quién tiene la debilidad de codiciar o querer engañar, pero proyecta sus propios deseos pecaminosos en el otro, pensando que el otro hace lo mismo que él en su interior y a su vez tapa de esta forma su propio problema.
Los celos en la familia
Hay padres que pretenden que los hijos sean una extensión de ellos mismos, en vez de ayudarlos a encontrar su propio camino, los forman de tal manera que invalidan toda su personalidad porque son celosos y quieren que hagan todo lo que ellos quieren, de lo contrario los critican, los menosprecian y castigan con desprecio. Como padres debemos hace sentir un amor incondicional a nuestros hijos, más allá de sus gustos y preferencias. Y no pretender controlarlos toda la vida, sino enseñarles a que sean libres y maduros.
Cómo ser libre de los celos
Ser libre de los celos no significa pedir perdón al otro o a Dios, llorar de arrepentimiento, hacer regalitos a tu pareja y que después todo siga igual. Ser libre de los celos es que algo en tu espíritu sea modificado de forma permanente es que te liberes de la cautividad, de las fortalezas mentales, que te sanes en tu interior y que no le des más lugar al enemigo en tu mente.
El primer paso es reconocer el problema y enfrentarlo, no puedo cambiar nada que no este dispuesto a enfrentar. Luego reconocer que es un pecado y tratarlo como tal.
Otra clave importantísima es recibir y aceptar el amor que Dios nos tiene y a su vez aceptar cuan grande e importante somos para Dios y para los demás, esta es a al mismo tiempo nuestra auto-aceptación, ya que si no te llevas bien contigo mismo pensarás que no vales mucho y que no tienes mucho para dar, por lo que te transformarás en una persona insegura que intoxica sus relaciones manifestando celos. Debes respetarse y gustarte como eres, como Dios te creo.
Abre tu corazón para entender que eres una joya preciosa de Dios y que tienes un potencial extraordinario. Tal vez tus padres, jefes, compañeros, amigos o personas de tu entorno en algún momento te han descalificado y menospreciado, y eso te marcó, te desvalorizó en tu interior. Por eso ahora estás buscando la aprobación de los demás todo el tiempo o estás tratando de controlar que nadie te quiera menos que a otro, pero si alguien te ama, no lo hará más porque lo celes, los demás te quieren y punto, acéptalo así y disfrútalo.
Las personas no quieren estar con un celoso enfermizo, mas bien, quieren huirle. Tienes la capacidad de hacer cosas preciosas, de llegar a cumplir sueños y metas en la vida, de capacitarte y de aprovechar muchas oportunidades a tu alrededor, enfócate en ser feliz contigo mismo y con Dios, eso es lo que te libera de creer que la felicidad propia esta en controlar a otro. Renuncia a estar dependiendo de lo que diga, crea o sienta otra persona. Serás una bendición si logras ser tú mismo y dar lo mejor, pero de nada servirá estar inseguro y celar.
Eres merecedor de disfrutar y ser feliz, ese es el destino de Dios, la vida te fue dada para que la vivas a pleno, es tuya, nadie te la va a robar, tu estado interior depende de ti mismo y de Dios. No necesitas poseer ni controlar a nadie para estar bien. Todo estará bien en tu entorno cuanto estés bien contigo mismo. Se libre en tu interior renunciando a tus miedos, a tu auto-desprecio, y al mismo tiempo deja libre a los demás de tu control. Saca a la luz lo mejor que hay en ti así podrás tener las relaciones sanas con tu pareja, amigos, hijos, familia, etc.
Ley sobre los celos
Números 5:11 También Jehová habló a Moisés, diciendo:
12 Habla a los hijos de Israel y diles: Si la mujer de alguno se descarriare, y le fuere infiel,
13 y alguno cohabitare con ella, y su marido no lo hubiese visto por haberse ella amancillado ocultamente, ni hubiere testigo contra ella, ni ella hubiere sido sorprendida en el acto;
14 si viniere sobre él espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer, habiéndose ella amancillado; o viniere sobre él espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer, no habiéndose ella amancillado;
15 entonces el marido traerá su mujer al sacerdote, y con ella traerá su ofrenda, la décima parte de un efa de harina de cebada; no echará sobre ella aceite, ni pondrá sobre ella incienso, porque es ofrenda de celos, ofrenda recordativa, que trae a la memoria el pecado.
16 Y el sacerdote hará que ella se acerque y se ponga delante de Jehová.
17 Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y lo echará en el agua.
18 Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.
19 Y el sacerdote la conjurará y le dirá: Si ninguno ha dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, libre seas de estas aguas amargas que traen maldición;
20 mas si te has descarriado de tu marido y te has amancillado, y ha cohabitado contigo alguno fuera de tu marido
21 (el sacerdote conjurará a la mujer con juramento de maldición, y dirá a la mujer): Jehová te haga maldición y execración en medio de tu pueblo, haciendo Jehová que tu muslo caiga y que tu vientre se hinche;
22 y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.
23 El sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, y las borrará con las aguas amargas;
24 y dará a beber a la mujer las aguas amargas que traen maldición; y las aguas que obran maldición entrarán en ella para amargar.
25 Después el sacerdote tomará de la mano de la mujer la ofrenda de los celos, y la mecerá delante de Jehová, y la ofrecerá delante del altar.
26 Y tomará el sacerdote un puñado de la ofrenda en memoria de ella, y lo quemará sobre el altar, y después dará a beber las aguas a la mujer.
27 Le dará, pues, a beber las aguas; y si fuere inmunda y hubiere sido infiel a su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella para amargar, y su vientre se hinchará y caerá su muslo; y la mujer será maldición en medio de su pueblo.
28 Mas si la mujer no fuere inmunda, sino que estuviere limpia, ella será libre, y será fecunda.
29 Esta es la ley de los celos, cuando la mujer cometiere infidelidad contra su marido, y se amancillare;
30 o del marido sobre el cual pasare espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer; la presentará entonces delante de Jehová, y el sacerdote ejecutará en ella toda esta ley.
31 El hombre será libre de iniquidad, y la mujer llevará su pecado.
Hoy declaramos en el nombre de Jesús que eres libre de todo espíritu de celos !!!!!